¿Cómo realizar una pequeña reforma?

Una reforma en nuestra vivienda, por pequeña que sea, que la hayamos decidido, termina siendo un proceso de cambio, de renovación, y por qué no, de corrección de aspectos que nunca nos terminaron de cuadrar o ya no nos gustan.

Cuando se emprende una reforma es indefectible que se parta de una idea medianamente preestablecida según nuestro gustos y deseos; dónde se decidirá, cuál es el espacio mejor aprovechable, de qué forma afectará al resto de la habitación, cuáles serán sus ventajas, qué materiales tendremos qué utilizar para llevarla a cabo y cuál será su coste económico, entre muchas otras preguntas, auto-preguntas o deliberaciones con los otros miembros de la familia.

Lo que está claro es que la decisión final debe de estar muy bien “evaluada”, ya que las reformas, aunque no se trate de grandes obras, siempre deben ser consideradas como modificaciones a por lo menos, mediano plazo, cuando no para largo. Casi en ningún caso están justificadas las reformas de corta vida, excepto cuando se trata de espacios readaptables, montables y desmontables, pero no es el caso de las viviendas familiares.

Las reformas pueden afectar a cualquier ambiente o sector de una casa, negocio o empresa, y muchas, no todas,  están directamente relacionadas con la administración del espacio disponible. En este sentido se intenta ganar espacio en un lugar para quitárselo a otro; quizá porque el ambiente que se decide reformar es más útil para determinados usos o actividades que el que pierde superficie.

Es importante destacar que no todas las reformas tienen el mismo nivel de complejidad, por lo que cuando ésta requiere ciertas exigencias constructivas o arquitectónicas, la elección de profesionales de confianza o de empresas fiables, se transforma en una condición sine qua non.

En este caso es necesario un asesoramiento previo, llevado a cabo por un profesional de primera mano que nos diga si es posible llevar a cabo la obra, y qué posibilidades hay de que tenga resultados satisfactorios, tal como los habíamos pensado. En esta instancia también es vital que nos informe de las posibles desventajas con las que nos podríamos encontrar, y nos explique por qué se producirían.

Lo que si debemos de tener claro, y para mejorar al máximo el resultado de los acabados y de la obra en general, así como su durabilidad con el paso del tiempo, según nos comenta nuestros amigos de www.rubi.com, es que se han de utilizar materiales de primera calidad, ya que, por muy pequeña que sea la obra, es tiempo, esfuerzo y dinero que, por una mala elección de estos, pueden haber valido para nada.

Este “diagnóstico” de los profesionales adecuados, previo comienzo de las reformas, se torna esencial de cara a la evitación de errores y su consiguiente resultado final. Muchas veces una idea previa brillante puede quedar truncada o tener más inconvenientes de los que nunca habíamos imaginado.

Las obras de reformas de una vivienda pueden ir desde un acondicionamiento del suelo, igualando los pavimentos de los ambientes deseados, pasando por obras en el techo, también con igualamientos, emparejamientos o cambios de material, así como reformas basadas en instalaciones. Dentro de esta última categoría se puede destacar la instalación de aparatos de caldera, aire acondicionado, calefacción, tuberías de servicios y otras.

Pero en las múltiples reformas que se pueden emprender, no sólo intervienen las pretensiones del propietario y la mano de obra de los operarios, sino también los materiales y herramientas, absolutamente imprescindibles para que las mismas sean posibles.

Desde épocas prehistóricas el hombre buscó y experimentó con lo que le ofrecía la naturaleza, con el fin de  usarlo como herramienta que le permitiesen generar lo que no se podía hacer con las manos. En la actualidad el mercado nos ofrece cantidad y variedad de herramientas con utilidades específicas y múltiples, y que sirven para concretar todas las tareas imaginables.

Dentro de la multiplicidad de oferta disponible para encontrar y adquirir el material necesario para cualquier tipo de reformas, el catálogo de Rubi no pasa desapercibido en su oferta de herramientas; siempre de alta calidad y para los profesionales más exigentes.

Para las reformas de pisos, techos, paredes y estructurales en general, se puede acceder a una amplia gama de cortadores manuales de cerámica, y, como los hay manuales, también está la opción de los eléctricos, los cuales cortarán el material mediante un disco de diamante.

Asimismo, en la gran mayoría de las reformas, tampoco se podrá prescindir de mezcladores de materiales, herramientas para la colocación y acabados (llanas y peines, paletas, espátulas, rascadores, taladros, mazas y tenazas, entre otros. Por supuesto, todo dentro de una caja de herramientas con buenos clasificadores.

Aunque muchas veces sea imperceptible, la calidad y cantidad de las herramientas utilizadas, representan una condición tan esencial como la mano profesional cuando se piensa en los resultados finales.

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