Cuando el Banco de toda la vida decía que no

….la banca particular me dijo que sí.

Creo que sobra comentar que estamos en una época muy dura para muchas familias. Mi caso no es una excepción y hace año y medio pasé por uno de los momentos más complicados de mi vida.

Me separé de mi pareja, con quién llevaba casada más de diez años y al duro golpe emocional hubo que añadir el económico. Habíamos optado por el régimen de separación de bienes y el piso en el que vivíamos es mío. Gracias a eso no tuve que irme de casa.

Durante el matrimonio yo trabajaba a media jornada ya que eso me daba la posibilidad de atender mejor la casa y cuidar a mi hijo, fruto de una relación anterior y que era muy pequeño cuándo nos casamos.

prestamos

De la noche a la mañana me encontré tratando de sobrevivir con un sueldo de 500 euros pagando la letra del coche de 200  y algunas compras que sumaban 150 euros al mes. Por supuesto tenía que abonar todos los recibos que hay que pagar en una casa. La tarjeta de crédito fue una solución a corto plazo pero un problema añadido a los pocos meses.

Las cosas comenzaron a mejorar

Por suerte en la empresa para la que trabajo las cosas no van mal del todo y pude comenzar a trabajar a jornada completa, pero a esas alturas ya pagaba más de 150 euros de la tarjeta de crédito, todos los meses y me había retrasado en algunos pagos por lo que me habían incluido en la lista del ASNEF.

Necesitaba 8.000 euros para poner en orden mi vida y volver a empezar, pero los bancos no me daban crédito y ni tan siquiera las financieras, con sus altos intereses, me ofrecían una solución debido a mi condición de morosa. Fue entonces cuándo una compañera me habló de la banca particular.

Me explicó que ella había solicitado un crédito para arreglar su casa y que lo único que le habían pedido era tener una propiedad a su nombre. Le quedaba muy poco por pagar de su hipoteca y tras estudiar su caso le concedieron 10.000 euros para la reforma de su piso.

Me dio la página Web y al llegar a casa me dispuse a informarme a fondo.

No estaba demasiado esperanzada porque pensé que al estar en el ASNEF no podría solicitar el préstamo, pero mi sorpresa fue que eso no importaba mientras tuviera una propiedad a mi nombre.

En mi caso mi piso es una herencia y no tiene ningún tipo de hipoteca. Cubrí un cuestionario en el que solo tuve que decir la cantidad que necesitaba, el valor que estimaba que tenía mi inmueble y  los meses que necesitaba para pagar el dinero.

Pronto contactaron conmigo y realizaron un estudio de mi situación.

El estudio fue totalmente gratuito, lo cual fue toda una tranquilidad para mí. Una vez que estimaron que mi caso era viable comenzamos con los trámites. Todos los gastos de gestión del préstamo fueron incluidos en el mismo, así que no tuve que pagar ningún dinero por adelantado para realizar la gestión.

Todo fue muy rápido

No tuve que presentar nómina, lo cual fue un alivio porque al llevar poco tiempo trabajando a jornada completa no contaba con demasiada antigüedad en el puesto. Pero lo que para mi fue más importante fue el hecho de no tener que presentar ningún tipo de aval. Siempre he sido una persona muy independiente y pedir un favor de ese calibre a mi familia se me hacía realmente duro, además de que no quería que conocieran el alcance de mis problemas financieros.

El interés anual que me ofrecieron es de un 15%, mucho más barato que cualquier financiera y desde luego mucho más bajo que lo que estaba pagando por el dinero que había tomado de mi tarjeta de crédito. Una vez que envié la documentación requerida me concedieron el préstamo en menos de tres días.

Todo fue muy sencillo, no hubo problemas de última hora y en todo momento fueron muy claros con la información. Tenía miedo a no entender lo que me explicaban o a que hubiera desagradables sorpresas ocultas en el contrato, pero tengo que decir que nada de eso sucedió. Todo fue tal como lo hablamos, rápido, sencillo y efectivo.

El mes que viene mi padre quiere darnos a cada uno de los hermanos un dinero procedente de la venta de unos terrenos. Dejaré algo en la cuenta ya que ahora se lo importante que puede ser tener unos ahorros, pero he pensado en pagar parte de la deuda ya que la amortización anticipada es de entre un 0.25% y un 0.5%, por lo que vale la pena adelantar el pago y bajar la cuota. De este modo me supondrá aún menos esfuerzo pagarla todos los meses.

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UBH

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