Importancia de evitar las infecciones nosocomiales en los hospitales

A nadie le gusta pasar tiempo en un hospital ni a su alrededor. Es uno de esos sitios que piensas… cuanto más lejos mejor. Pero desgraciadamente, algunas veces en la vida nos toca pasar una estancia más o menos corta en los mismos bien porque estemos enfermos o porque tengamos algún familiar o ser querido en un hospital.

Por lógica, un entorno hospitalario debe de ser un lugar en el que las bacterias no tengan cabida, en la que los enfermos no se pongan, valga la redundancia, más enfermos y en el que, los visitantes no puedan contraer ningún tipo de enfermedad debido a un mal mantenimiento de los hospitales y, sobre todo, un lugar en el que el personal médico pueda trabajar con total seguridad.

Aire hospitales
Al ser un lugar tan concurrido se deben validar las zonas críticas de los mismos de forma anual para minimizar las posibilidades de contraer algún tipo de infección nosocomial. Este tipo de infecciones son aquellas que los pacientes pueden contraer dentro del entorno hospitalario es decir, son aquellas que se contraen durante la estancia en el hospital y que no son la causa del ingreso.

 

Este tipo de infecciones suponen un grave problema hospitalario por dos motivos, ya que supone, por un lado, ocasionar una serie de perjuicios a los pacientes que están ingresados y, por otro lado, suponen una gran repercusión económica y de operatividad. Asimismo, este tipo de infecciones se producen por una inadecuada esterilización de los entornos más críticos de los hospitales como la UCI, los quirófanos o las salas de reanimación.

Además, este tipo de infecciones son las causas de perjuicio involuntario más frecuentes y que llegan a ser la causa de muerte en, aproximadamente, 37.000 casos. Para reducir en un 20% estas infecciones la Unión Europea se ha propuesto destinar más dinero al ámbito de la salud para garantizar una adecuada desinfección de las zonas críticas y también para contratar a más personal médico que pueda ayudar a hacer frente a este tipo de infecciones.

Así pues, la comisión europea ha determinado que los hospitales deben de cumplir la norma UNE 171340 la cual especifica los parámetros que deben de cumplirse para que la instalación de climatización de estas zonas críticas garantice el suministro de aire ambiental de calidad. Para ello se debe de realizar un análisis que incluya aspectos relativos a la instalación de climatización.

Por tanto, desde Ambisalud proponen tres áreas de actuación para que los hospitales sean entornos seguros libres de cualquier tipo de infección, el aire, el agua y la energía. De esta forma se puede garantizar que el aire interior de los hospitales sea de calidad, libre de cualquier contaminante y sobre todo que los aparatos de climatización interior reduzcan su consumo energético como forma de contribución al mantenimiento del medio ambiente.  Y, ayudando a la prevención de la legionella en el agua condensada en los aparatos de aire acondicionado.

 

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