La calidad del aire en Madrid deja mucho que desear. Si bien la situación de 2016 mejoró, Madrid sigue siendo una de las ciudades más contaminadas de Europa. Mejorar la calidad del aire que respiramos está en nuestras manos.
Buscar un equilibrio entre el desarrollo y la sostenibilidad, creando ciudades con una infraestructura verde bien planificada y bien manejada nos ayudará no solo a preservar el medio ambiente y mejorar la calidad del aire que respiramos, sino también a concienciar a las futuras generaciones de la necesidad de cuidar el medio ambiente para crear un futuro mejor combatiendo la desigualdad, la pobreza o la degradación de los ambientes urbanos.
El tráfico, la principal causa
El principal problema de la contaminación es el tráfico. Mejorar la calidad del aire implica reducir el número de vehículos que circulan por la ciudad y limitar la velocidad en algunos tramos de nuestras carreteras.
El uso de medios de transporte mecánicos para realizar nuestros desplazamientos cotidianos es una de las fuentes de emisiones más importantes: el transporte consume un 95% del total de la energía producida por los combustibles fósiles y casi todos los medios son consumidores directos de los derivados del petróleo.
El medio de transporte más sostenible y eficiente que existe en nuestras ciudades y su participación en los desplazamientos urbanos, designa el nivel de sostenibilidad de muchas de las ciudades españolas. Limitar el uso de transporte privado, sustituyéndolo por el transporte público o usar más la bicicleta nos ayudará a movernos mejor por la ciudad.
Utilizar más el transporte público, o usar más la bicicleta para movernos por la ciudad; nos ayudará a reducir la contaminación en nuestra ciudad y mejorará nuestra salud; no solo reduciendo los niveles de CO2 sino también permitiéndonos realizar más ejercicio, creando así un hábito de vida saludable.
La educación: factor clave para crear un Madrid limpio
Más de siete millones de personas mueren anualmente como consecuencia de la contaminación del aire, según un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Concienciar a nuestros amigos y familiares, creando una cultura “verde” más respetuosa con el medio ambiente; conservando las áreas naturales y permitiendo un desarrollo sostenible que nos ayude a atender las necesidades humanas en cuanto a empleo, alimentación y recursos naturales sin comprometer la seguridad ambiental, ni intervenir en sus procesos nos ayudará a crear un mundo mejor para nuestros hijos y para las futuras generaciones.
La “educación verde” concienciará a la gente no solo de la necesidad de crear un mundo mejor para las futuras generaciones sino también de que los recursos naturales no son infinitos y que debemos conservarlos creando un nuevo modelo de convivencia más respetuosa con el medio ambiente y con nuestros semejantes; fomentando nuevos hábitos que mejoran no solo nuestra calidad de vida sino también la de nuestros vecinos y nuestros hijos.
DANIEL FERNÁNDEZ ABELLA
